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APROXIMACIONES Y RETOS DE LAS EMPRESAS CON RESPECTO A LA SOSTENBILIDAD

La sostenibilidad es un camino que se integra a la gestión empresarial, que ayuda a gestionar los problemas sociales y ambientales actuales, a través de acciones deliberadas relacionadas con la filosofía empresarial.

Si hay algo que nos toca a todos en tiempos recientes es el continuo abordaje de la sostenibilidad y del cambio climático, como unos de los mayores paradigmas de nuestra época.

Según la ciencia, nos hemos convertido en unos seres depredadores de nuestro planeta, por nuestros hábitos como humanidad, explotación sin límites del entorno y el exponencial crecimiento de la población. Algunos podrán señalar, que son menos culpables, pero en general sus causas y consecuencias nos implican y afectan a todos.

Surgen entonces, unos marcos globales o pactos, que buscan hacer un frente común frente a la situación climática, donde se nos insta a participar, cambiar la forma de ver el mundo y actuar con base en ese nuevo entendimiento.

Pero por supuesto, ¿quién quiere cambiar? ¿Y para qué cambio, si no me siento directamente afectado? Biológicamente, somos seres creados para optimizar energía, sentirnos cómodos y los procesos de cambio nos desgastan y nos generan incertidumbre, ansiedad o miedo[1].

¿Qué decir de las organizaciones compuestas por personas? pues que muestran un comportamiento similar al de los individuos que las componen, muchas veces es más fácil ignorar o rechazar la situación problemática, que asumir una actitud de resolución o de cambio, con la cual sabemos con seguridad sufriremos de incertidumbre e inestabilidad. En este sentido buscamos no salir de nuestra zona de confort.

Basados en esos marcos globales, los gobiernos hacen acuerdos de cumplimiento y generan legislaciones, que en términos generales afectan o favorecen a las personas e instituciones, y que se instrumentalizan a través de impuestos, requerimientos legales, imposiciones, nuevas obligaciones, etc. Nosotros como ciudadanos podemos estar o no de acuerdo con estos cambios, pero efectivamente se están dando continuamente y requieren de nuestro cumplimiento.

¿Quién hubiera pensado hace unos años en muchos países, la existencia de modelos de seguridad social universales, de seguridad y salud en el trabajo, de protección de datos, etc.? Muchos de ellos primero convertidos en obligaciones legales para las organizaciones, pero luego parte del día a día de estas y de su funcionamiento. Lo que podemos concluir de esta situación, es que una vez salimos de nuestra zona de confort y asumimos una nueva realidad, esa se constituye en nuestra nueva zona de confort[2].

¿Pero qué tienen que ver la sostenibilidad o el cambio climático con esas legislaciones? ¿Si el cambio climático surge desde hace unos pocos años?

Pues la verdad es que el cambio climático se viene tratando de forma recurrente desde los años 70, y para el caso de la sostenibilidad oficialmente desde 1987 con el informe Brundtland[3].

Podría pensarse que el cambio climático, se refiere exclusivamente a aspectos ambientales que afectan a nuestro planeta, y quien lo haga probablemente tenga razón, pero cuando se aborda el problema en su conjunto, genera consecuencias sociales y económicas, que hoy comienzan a vislumbrarse en el mundo: problemas en cadenas de suministro globales, falta en disponibilidad de materias primas, falta en disponibilidad de alimentos, por nombrar algunos, que se hacen cada vez más comunes.

Esas consecuencias sociales y económicas, generadas por esos problemas ambientales tienen cada vez una mayor incidencia en nuestras vidas, y la aproximación lógica, para intentar atenuar o mitigar estos problemas, surge a través de asumir comportamientos, hábitos y costumbres que difieren de los precedentes, y ayudan a generar un cambio de la tendencia actual.

En esos términos, a nivel personal podríamos mencionar aspectos, como el consumir menos productos (con alto gasto de recursos en su producción), el consumo consciente, el reparar, reciclar, productos como servicio, para nombrar algunos. Así pues, surgen movimientos cada vez más relevantes en torno al uso de productos / servicios, su percepción, la forma de apropiarlos y el tipo de beneficio que obtenemos de ellos.

En el caso de las empresas, la forma de asumir unos nuevos comportamientos, hábitos y costumbres surge de la forma en que entendemos nuestro modelo de negocios y cómo adaptamos ese modelo a una aproximación más sostenible, que para la empresa implica inicialmente hacer un cambio de mentalidad, para enfrentar la nueva realidad, que a su vez posibilite repensar la estrategia, generar cambios en la cultura y las operaciones, con lo que se logran cambios sustanciales en su modelo.

La primera aproximación que deben tener las empresas, con respecto a la adopción de la sostenibilidad es que no es un resultado, no es un proyecto, no es un programa, es más bien un proceso, una forma de hacer las cosas, un camino. Tal vez, el resultado sea ser una empresa más sostenible, pero esto es algo que se construye en el día a día y no termina.

Pero para poder transitar el camino, sólo necesitamos una cosa además de querer hacerlo: es comenzar, como decía el pensador chino Lao Tse, “Un viaje de 1000 millas comienza con un primer paso

Nosotros, como empresa que se dedica a asesorar a otras empresas y organizaciones en este camino, vemos que dar esos primeros pasos y comenzar con esos cambios en el corto plazo, genera oportunidades para mejorar el desempeño de las organizaciones, aporta mayor conexión con los grupos de interés, potencia la diferenciación a través del desarrollo de nuevos productos/procesos, dando acceso a nuevas fuentes de mercado. Claro, pero este es el potencial, que siempre dependerá de la empresa y la forma de asumirlo.

En el camino, hemos encontrado empresas que manifiestan que no necesitan o han necesitado de la sostenibilidad para manejar su negocio de forma exitosa, y además que estos esfuerzos pueden esperar a que mejore la situación económica o que la organización supere algunos desafíos presentes.

También hemos encontrado, empresas de diversos tamaños con implementaciones en diversas etapas, que no generan un valor agregado evidente a sus colaboradores, que continúan con problemas de comunicación con sus públicos de interés y que en general presentan una falta de coherencia que se hace evidente externamente.

Y podemos concluir, que aún el pensamiento en torno a la adopción de una estrategia sostenible, se percibe como algo innecesario, y en la gran mayoría de organizaciones que han comenzado el camino, la ven como un área gasto, que no genera valor tangible a la organización (más allá del reputacional o del cumplimiento), donde conviven con la estrategia de la compañía y el modelo de negocios de manera totalmente independiente.

Una segunda aproximación en relación a la sostenibilidad como camino, es que la velocidad en el camino, dependerá fundamentalmente del esfuerzo que queramos dedicar a avanzar, qué tan preparados estamos, quiénes nos acompañan al recorrido, así también podremos determinar muchas de las dificultades que podremos encontrar.

Estos aspectos y muchos otros, hacen que la adopción de la sostenibilidad, sea diferente para cada empresa, y que no existan fórmulas mágicas, que apliquen a todos (si realmente se quieren obtener resultados tangibles).

La tercera y última aproximación, constituye gran parte de nuestro trabajo en consultoría, y hace parte de los grandes retos, que presentan hoy la generalidad de las empresas con respecto a la sostenibilidad:

PRIMERO. Entender que es la sostenibilidad

SEGUNDO. Creer que la sostenibilidad es necesaria y tiene sentido

TERCERO. Creer que la sostenibilidad es valiosa para todos en la empresa, todos tenemos un papel

CUARTO. Creer que la sostenibilidad es accionable dentro de la organización, es posible

QUINTO: Creer que puede generar un mayor valor del que se entrega con el actual modelo de negocios.

SEXTO: Ser precavidos, pero no tener miedo (no es ni mucho menos un salto al vacío)

Finalmente, es importante mencionar, que si bien abordar un camino desconocido es difícil, las empresas están enfrentando cada vez caminos más inciertos y complejos, que requieren de acciones diferentes, valientes o al menos innovadoras. Esto apoyado en el aumento en las regulaciones, y compromisos (mundiales y nacionales), una mayor sensibilización de los consumidores e inversionistas sobre la importancia de aportar soluciones a través del consumo de productos y servicios que sumen a la solución del problema. Creemos firmemente que aquellas empresas que no estén mayormente alineadas con los principios de
sostenibilidad desde su Core [4] dejarán de ser competitivas en los mercados y se enfrentarán a escenarios con oportunidades cada vez más limitadas…


[1] https://blog.hubspot.es/marketing/zona-de-confort-empresarial

[2] https://blog.hubspot.es/marketing/zona-de-confort-empresarial

[3] https://www.un.org/es/ga/president/65/issues/sustdev.shtml

[4] El Core Business es aquella actividad que le da un propósito a la empresa, es la razón por la cual fue creada y por la que funciona aún en la actualidad. Tomado de https://rockcontent.com/es/blog/core-business/#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20es%20el%20Core%20Business,funciona%20a%C3%BAn%20en%20la%20actualidad.


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«Aproximaciones y retos de las empresas con respecto a la Sostenibilidad» Junio 2023